miércoles, 11 de abril de 2012

La bruja mala del cuento...

Durante el paso de los años las brujas han tenido siempre fama de ser terribles mujeres que disfrutaban repartiendo el mal... puede que eso las haga más llamativas y encantadoras. El mal bien contado siempre ha tenido ese halo atractivo imperecedero.


"Pero la Bruja miró hacia aquel lugar, y gracias a los cristales mágicos de sus gafas, lo vio. Su maligno corazón se regocijó al pensar en la malísima maldad que podía cometer allí mismo. Y decidió cometerla sin más tardar. 
Descendió hasta el suelo, detuvo su escoba junto a la enorme roca y se apeó de su vehículo volador. 
- ¡Je..je...je!- se rió malignamente. 
Se acercó al tierno embrión de duende y, llena de crueldad, le arrancó el suave envoltorio que lo protegía. 
La perversa bruja no se contentó con desnudar el cuerpecillo, además sacó de su faltriquera un frasquito de vidrio verde y derramó una pócima negra y maloliente sobre el duendecillo, y al mismo tiempo palabra tras palabra, recitó toda una retahíla de horrendos conjuros".




Fragmento extraído del libro "Un duende a rayas".